Robert Kiyosaki es un empresario, inversor, escritor, conferencista y orador motivacional estadounidense de ascendencia japonesa. Es el fundador, consejero delegado y accionista mayoritario de Cashflow Technologies, corporación poseedora de las licencias para la marca Padre Rico Padre Pobre. A él debemos el concepto de libertad financiera saltó a la fama. Así pues, alcanzar la libertad financiera significa poder vivir libremente, con la capacidad para poder mantener los gastos y sin depender de los ingresos procedentes del trabajo.
¿Te agrada la idea de trabajar 25 a 30 años obteniendo un sueldo que apenas cubra las necesidades más básicas? Y que la pensión, una vez alcanzada la edad del retiro, ¿no sea suficiente para cubrir los gastos o que no te permita apoyar a tus seres queridos en el caso que los tengas, sin afectar tu economía? Es por eso que hay que tener un plan B, o el que elijas, pero con la meta clara de atender todas esas necesidades y gustos que deseas para ti sin tener que endeudarte o deshacerte de tus bienes.
Grados de libertad financiera
Para que el dinero deje de ser una gran preocupación y alcanzar la libertad financiera, es necesario ir pasando por una serie de niveles. Es fundamental ir ascendiendo en los grados de libertad financiera, evitando descender en estos escalones y consolidándolos hasta poder dar el salto al siguiente nivel.
Supervivencia: Es el nivel inicial en el camino hacia la libertad financiera. Se da en aquellos casos en los que se depende de los ingresos del trabajo para poder subsistir. En otras palabras, el trabajo permite cubrir los gastos necesarios para poder vivir (alimentación, ropa, alquiler, hipoteca). Para poder ascender a un nivel superior de libertad financiera será necesario incrementar la capacidad de ahorro, conseguir nuevas fuentes de ingresos y saldar las deudas.
Estabilidad: En este estadio, el individuo ya dispone de unos ahorros o colchón financiero que le permitirán subsistir durante un periodo de unos 6 meses. Continúan dependiendo de un sueldo o salario para poder vivir, aunque tienen una mayor capacidad de ahorro que quienes se encuentran en el nivel de supervivencia. Si bien no tienen activos, empiezan a mostrar cierto interés en ellos.
Seguridad: Nos encontramos ante un grado de libertad financiera en el que empiezan a tener lugar las inversiones en inmuebles, compra y venta de acciones o apertura de pequeños negocios. En este caso, los ingresos generados por las inversiones, aún no son suficientes para sostener el coste de la vida. En otras palabras, significa que el individuo seguirá dependiendo de los ingresos procedentes del trabajo. Ahora bien, aquí el colchón financiero es superior al del nivel de estabilidad. En este caso, para continuar progresando en el grado de libertad financiera, sería recomendable formarse en lo relativo a las inversiones e incrementar las mismas. Por ello, es aconsejable llevar a cabo inversiones con visión de futuro, a largo plazo.
Libertad financiera: En esta situación ya no será necesario que la persona dependa de un sueldo o salario para poder seguir viviendo. De hecho, las inversiones serán una cuantiosa fuente de ingresos. Así, en este escalón, nos encontramos con personas con una importante formación en el terreno financiero, a las que sus inversiones les permiten olvidarse del trabajo y dedicarse a lo que más les gusta, al tiempo que disfrutan de las personas a las que más aprecian.
Libertad financiera absoluta: Nos encontramos ante el máximo grado de libertad financiera. Los llamados ingresos pasivos son tan abundantes que cubren ampliamente el coste de la vida. Así, este excedente de ingresos puede reinvertirse para alcanzar rentabilidades aún mayores. La libertad financiera absoluta también es conocida como independencia financiera.
¿Cómo actuar para alcanzar la libertad financiera?
Para alcanzar la libertad financiera es recomendable seguir los siguientes consejos:
Mejorar la capacidad de ahorro. Posteriormente, las cantidades ahorradas pueden destinarse a inversiones. Incrementar el ahorro se puede conseguir gastando menos o ingresando más. La segunda vía suele ser más efectiva que la primera.
Tener mentalidad emprendedora es clave. Poseer un negocio puede ayudar a mejorar los ingresos pasivos. Si el negocio alcanza un gran valor, es posible venderlo y vivir del dinero que ha reportado la venta.
Ser perseverante, tener confianza en uno mismo y formarse en el plano financiero.
Estar dispuesto a asumir riesgos controlados.
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